El erotismo transgresor de Daniel Lezama
Acompañada de abundantes referencias a la pintura occidental de varias épocas, la obra de Daniel Lezama es compleja porque propicia una lectura en la que los campos de interpretación se extienden no sólo al devenir de las innumerables fuentes de la plástica (utilizadas con lógica entre forma y contenido), sino también a referentes sociales contemporáneos. Con innegables cualidades formales, en la pintura de este artista hay numerosos cuadros cercanos a lo que Bataille llamó sexualidad profunda (sangre, crimen y todo aquello que degrada la virtud); no obstante los excesos, por lo regular en sus personajes destacan la inocencia y la falta de culpa. El erotismo de Lezama habla de aquellos que no reconocen el límite y, fascinados por ello, encuentran el éxtasis en la trasgresión violenta de toda norma social.
Obras
1. Los amantes muertos, 2012.
2. El nacimiento de la Ciudad de México, 2002.
3. Niña dormida, 2012.
Fuente: La Jonada